25 de noviembre de 2014

Como si fuera la primera vez


     No son pocos los chicos de infantiles y juveniles que desean debutar en la primera de su club cuando comienzan a jugar al rugby o empiezan a sentir el sentido de pertenencia por la camiseta. Debe ser tal vez, el máximo logro al que puede aspirar un jugador una vez que llega al Plantel Superior. El debut conlleva representar a tu equipo en su punto más alto, un privilegio envidiable y admirable por todos los que lo observan desde afuera de la cancha y pasaron o sueñan con estar en esa situación en algún momento de su carrera rugbística.

     Este año en el club hubo nueve personas que pasaron por la gratificante experiencia de debutar en primera y, el Blog del CAR, dialogó con algunos de ellos sobre el significado de esta linda responsabilidad y los recuerdos personales que les queda a cada uno de ese inolvidable día.

     Mauricio Fiorino, categoría '92, debutó en el primer partido de la temporada con San Pedro y recuerda todo de ese día. "Tengo en la cabeza cada tackle, cada jugada, todo. No me lo voy a olvidar nunca más en mi vida, hacía frío y llovía mucho pero fue genial", destacó el "Tano", que jugó aquel partido como wing derecho. Mauricio, que venía jugando como titular los amistosos previos al inicio del campeonato, resaltó: "No se si me sorprendí mucho porque lo estaba esperando, sabía que iba llegar. Creo que mi debut se veía venir y yo estaba preparado. Después del amistoso contra CUQ, salí de la cancha pensando que con San Pedro iba de arranque".


     Diferente es la historia de los compañeros de la camada '93 y amigos de toda la vida Mariano Bein y Fabian Di Bona, que tuvieron la suerte de debutar juntos en un trabajado triunfo frente a Berisso. Fabian esperaba su debut ya que "Matías Fernandez, nueve titular, viajaba a Europa y era el 'Pelado' Llanes o yo". Para "Corcho", que jugó como medio scrum, el partido no fue fácil por varias cuestiones: "Día durísimo. Entre los nervios que tenía, sumale que había una lluvia y un frío que complicaban el juego". Por su lado, "Ceja" describió condiciones climáticas similares a las que remarcó su amigo. "Fue el peor día de los últimos diez años: temperatura bajo cero, lluvia helada y un viento impresionante", recordó el tercera línea, que la noche anterior al partido "estaba muy contento y muy nervioso por poder cumplir el sueño de jugar en primera".


     Un caso particular fue el del wing Gustavo Carnevali, que tuvo que esperar cinco años en el Plantel Superior para que llegue su gran día. "La verdad que lo espere mucho, tuve que recorrer un largo camino. Sabía que con constancia, humildad y sacrificio iba a llegar", señaló Gustavo, que cree que lo lindo de debutar es "lo que implica salir a la cancha a representar a tu club, sabiendo que hay mucha gente atrás que te banca". Respecto al partido, "Crunchy" detalló: "Lo disfruté desde que me desperté hasta que llegué a mi casa a abrazar a mis viejos. Fuimos a jugar a Zarate en micro y veníamos de una racha negativa de algo así como 20 partidos. Ganamos con mucho tackle y el final fue conmovedor y emocionante. Creo que si me hubieran preguntado como me imaginaba el debut, fue tal cual como sucedió".


     Por último, tal vez el debut más resonante fue el de Nicolás Bagnasco. El joven back de la M-20 subió a Plantel Superior a pedido de los entrenadores para disputar los playoffs de Grupo III y su primera aparición fue la difícil tarea de jugar como centro ante Montegrande por los octavos de final. "La verdad que fue muy sorpresivo porque venía teniendo un año complicado con muchas lesiones. Cuando me subieron fue una locura, no me lo esperaba. La noche anterior al partido con Montegrande no dormí mucho que digamos, pero mis compañeros me dieron mucho apoyo y confianza y lo pude llevar con calma", expresó Nicolás que debutó con 18 años. Después, Bagnasco continuó entre los 15 titulares para jugar el partido decisivo por el ascenso contra Centro Naval y, si bien el resultado no fue positivo, sostuvo: "Muchas ganas y mucha concentración, pero tenía una ansiedad que no podía soportar. Cuando salí a la cancha con Centro Naval, mire para un costado y vi que el club estaba minado de gente, fue algo hermoso. A pesar de que no se dio la victoria, fue el partido más lindo para mi hasta ahora".



Por Pedro Straschnoy








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